La adopción de nuevas tecnologías ha llevado a muchos autores a examinar su impacto en la humanidad desde una perspectiva ética y moral. Esto ha dado origen a dos corrientes distintas pero relacionadas entre sí: el Posthumanismo y el Transhumanismo.
Mientras que el posthumanismo cuestiona el “egocentrismo” del ser humano en el mundo, el transhumanismo defiende el uso de la tecnología para mejorar las capacidades humanas y las limitaciones físicas y mentales.
En el artículo de hoy, adoptamos un tono más teórico para explorar en qué consisten estas dos corrientes y cómo surgen en el contexto de la Sociedad Digital y la Cuarta Revolución Industrial.
Un poco de contexto: qué es la Sociedad Digital
El posthumanismo y el transhumanismo son dos corrientes que surgen en el contexto de la Sociedad Digital y la Cuarta Revolución Industrial.
La Sociedad Digital es una sociedad donde las nuevas tecnologías forman parte del día a día, impactando y transformando todos sus ámbitos. Es una sociedad que combina elementos que proceden del mundo físico y del mundo digital, es decir, es nuestra sociedad actual.
Este tipo de sociedad se enmarca en la Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0, una era de avances tecnológicos rápidos y disruptivos, caracterizados por la convergencia de tecnologías (físicas y biológicas) como la Inteligencia Artificial (IA), la robótica, el blockchain, la biotecnología, el Internet de las cosas (IoT), la realidad virtual y realidad aumentada, etc.
En este contexto, ya se discute sobre las futuras Revoluciones Industriales. Algunos apuestan por la llegada de la Quinta Revolución Industrial con la adopción generalizada de la IA y la colaboración total entre humanos y tecnología. En cuanto a la Sexta Revolución Industrial, otros esperan que tenga lugar cuando la nanotecnología, la biotecnología y la computación cuántica estén completamente extendidas.
Otras tecnologías que podrían impulsar estas revoluciones son el metaverso (si logra despegar finalmente), la hibridación de especies, la edición genética y los microchips cerebrales, como el desarrollado por Elon Musk.
Posthumanismo: qué es
Uno de los posibles escenarios futuros que algunos se imaginan es que el uso intensivo de tecnología supere al ser humano.
Así surge el posthumanismo, una teoría o corriente que tomó un fuerte impulso a lo largo del siglo XX y que viene a desafiar los principios del humanismo, corriente que consideraba al ser humano como la única criatura inteligente y moralmente desarrollada en el mundo.
Desde una perspectiva humanista, el hombre ocupa una posición central y similar a la que Dios tenía en los sistemas de pensamiento de la Edad Media, colocándolo por encima de otras entidades del mundo. El ser humano es un ser racional y autónomo, capaz de comprender y utilizar la naturaleza en su beneficio, así como de relacionarse políticamente y moralmente con otros individuos.
Sin embargo, los posthumanistas creen que esta idealización del ser humano es algo artificial. Al considerar que las divisiones entre humanos y otras criaturas son creadas artificialmente, rechazan la posición central otorgada al ser humano y su elevación a una categoría superior al resto.
Los posthumanistas tienen ideas más simples y, según ellos mismos defienden, realistas: todas las cosas son consideradas igual de importantes que los seres humanos, sin jerarquías.
Pero, contrario a lo que pueda parecer, el posthumanismo no implica negar la importancia de lo humano ni menospreciar los valores del humanismo. Simplemente cuestiona lo que actualmente entendemos por ser humano y lo relaciona con la naturaleza, la cultura y la tecnología, en lugar de verlo de forma aislada.
Tipos de posthumanismo
Existen dos vías principales dentro del posthumanismo que, aunque difieren en varios aspectos, comparten la premisa fundamental de que el ser humano no puede ser visto como algo estático, independiente y aislado, sino más bien como un ente en constante evolución, conectado con otros entes y en continua transformación.
Posthumanismo filosófico o cultural. Cuestiona al ser humano típico masculino, de raza blanca, occidental, intelectualmente avanzado y que adopta una postura dominante hacia su entorno. Además, critica todo lo que tradicionalmente le ha rodeado, como la política, el arte y las leyes.
Posthumanismo tecnológico o transhumanismo. Adopta un enfoque más práctico y destaca el potencial transformador de la tecnología. Ve al ser humano como algo flexible y en constante cambio, que puede evolucionar de manera significativa con la ayuda de las tecnologías (por ejemplo, a través de la implantación de prótesis en seres humanos, el desarrollo de nuevas técnicas de edición genética, etc.). En este enfoque, se imagina al ser humano como una nueva especie o como una criatura posthumana.
En definitiva, el Posthumanismo tiene dos significados diferentes. Desde un punto de vista filosófico, intenta cuestionar y superar la visión tradicional del ser humano. Desde una perspectiva tecnológica, propone el uso de la tecnología para adaptar la humanidad a un nuevo estilo de vida.
Transhumanismo: significado
¿Qué es el Transhumanismo? El transhumanismo (o posthumanismo tecnológico), que también se inició en el siglo pasado, es una filosofía que busca mejorar las capacidades humanas utilizando tecnología avanzada.
Promueve la idea de que los seres humanos pueden evolucionar más allá de sus límites biológicos actuales, tanto físicos como mentales, mediante la integración de la tecnología en el cuerpo y la mente.
Tipos de transhumanismo
Dentro del ámbito transhumano hay varias corrientes, aunque el enfoque principal es común a todas ellas:
La fusión del ser humano con máquinas. Sus defensores sostienen que el empleo de tecnologías como prótesis, implantes o medicamentos podría ayudar a las personas a superar limitaciones graves, como enfermedades, envejecimiento o incluso la muerte, además de potenciar sus habilidades físicas y mentales normales.
La fusión del ser humano con otras especies no humanas. Los defensores del transhumanismo que apoyan la hibridación biológica apuestan por combinar genéticamente al ser humano con otras formas de vida, por ejemplo, trasplantando un corazón de cerdo a un humano enfermo.
Las dos corrientes transhumanistas de hibridación tienen como objetivo principal derribar las fronteras tradicionales entre lo humano y lo no humano para mejorar la vida de las personas. En ambas corrientes, el transhumanismo implica moverse de la evolución natural a una evolución artificial.
En definitiva, el transhumanismo abraza la fusión de la tecnología con los seres humanos, a diferencia de aquellos con una mentalidad más conservadora, que ven a la tecnología como algo que puede llevar a la "deshumanización" y "abolición" de la naturaleza humana, su dignidad y sus valores.
Conclusiones sobre el posthumanismo y transhumanismo
Las corrientes mencionadas, que se plantean a raíz de los avances tecnológicos, sugieren un cambio radical en nuestra forma de entender a los seres humanos. Este cambio promete grandes progresos de un lado, pero al mismo tiempo, significa rechazar lo que entendemos actualmente como la naturaleza esencial humana.
Tanto el posthumanismo como el transhumanismo generan debates sobre cuestiones fundamentales, como la abolición de la naturaleza humana, la disolución de la frontera entre lo humano y lo animal, la distribución de los derechos relacionados con el avance tecnológico y la reconsideración de aspectos esenciales, como a quién pertenecen las obras creadas con IA.
Estas corrientes incluso llegan a plantear riesgos y desafíos actualmente desconocidos que podrían surgir y revolucionar el concepto de lo que hoy entendemos como humano.
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